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viernes, 26 de septiembre de 2008

Quemad las películas! Viva el sucedaneo!!







Creo recordar que fue más o menos por el año 1999 cuando se estrenó Matrix, y cuando la vi en el cine.

Anecdota curiosa, que la vi una vez y media, ya que la segunda vez que la vi en el cine, para digerir un poco la amalgama que había visto y que tanto me había gustado, estuvimos frente a un gran apagón y nos quedamos en la sala con las luces de emergencia a mitad de la película.

Nunca fui un defensor de la saga de Matrix, eso es sabido por toda la gente que me conoce, de hecho, si por mi fuese, no hubiese habido ni segunda ni tercera parte, eso si, si hubiese tenido que producirlas yo, posiblemente hubiesen sido únicamente dos películas, prescindiendo bastante del apocalíptico 'shooter videogame' de la última parte de la trilogía, pero a lo que voy, mucho me temo que incluso despues de ver la segunda y la tercera aberración de la saga, debo decir que aún la primera parte, pareciendome un conglomerado de nivel 13 enamorado de terminator, pero que le pone los cuernos con ghost in the shell, por nombrar algunas, me parece una gran película y sobre todo me parece que ha influenciado mucho al "despues" de ese género de cine.




Tanto es así, que los re-nombrados Wachowsky, decidieron seguir las andanzas de la saga, con unos comics. Ya en su momento, contrataron a unos cuantos dibujantes y guionistas y a partir de sus propias idéas, llegaron a subir a su página whatisthematrix.com creo recordar, cantidad de historias, que servidor se leyó por cierto, pero su poder adquisitivo, supongo, les ha hecho crear incluso su propia compañia de comics, Burlyman Entertainment, donde acogen a varios comic all-stars.

Hace tiempo que sacaron lo que aqui vio la luz hace unos meses, que fue el volumen 1 de Matrix Comics.

Aqui es donde vemos el sucedaneo o parte de la franquicia, que se genera a partir de un buen producto.

Pero lo mejor, es que el producto es infinitamente mejor, desde mi punto de vista, claro. Desde que vi la portada, que me encantó, decidí comprarlo, sin mirar ni tan siquiera la ristra de tremendos autores que firman el tomo.



Un comic con una idea general creada por los hermanos Wachowsky, pero seriamente elaborada por guionistas y dibujantes, que realmente hacen que lo que tengas en las manos sea una autentica joya, siempre y cuando te guste el mundo de Matrix, por supuesto. Tanto la enrevesada portada como la historia que abre el tomo, son del genial (tengo mucha debilidad por su obra desde que soy pequeño) Geoff Darrow (Hard boiled, Shaolin Cowboy). Con un agobiante, violento y cargado dibujo, tal y como le caracteríza cuenta los origenes de la rebelión de las maquinas. Magistral. Entre los demás, que quepan destacar (que son casi todos), nos encontramos a una historia silenciosa del genial también Dave Gibbons (watchmen, the originals), demostrando el poder que desprende sobre sus dibujos, y como no, una desternillante historia del increible Peter Bagge (Odio) muy en su línea, con el dibujo underground que le caracteríza. A estos artistas se les unen otros pesos pesados de la talla de Ted Mckeever, Bill Sienkiewitz, John Van Fleet, Neil Gaiman con una muy buena historia muy en su línea, Troy Nixey, David Laphan, Ryder Windham, Kilian Plunkett, Gregory Ruth, Spencer Lamm y el el siempre entrañable Paul Chadwick.



Los Wachowsky amenazan con un segundo tomo, que tiene que estar a punto de publicarse en la península, y que si está a la altura del primero debe ser un "must have" para todos los fans de la película, para todos los fans del comic y para todos los amantes de lo bueno, porque este tomo, contiene arte en estado puro.

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Hace mucho tiempo, desde los tiempos del cine, que aqui servidor viene leyendo comic europeo, y opina que muchos de sus autores (entre los que se encuentran muchos autores pátrios) son autenticos genios, no solamente al lapiz o al aerógrafo, si no, también al guión, y tanto es así, que genios de otros paises como Miller y Otomo entre otros, se sienten influenciados por Pratt o por Moebius por poner un ejemplo, y no hay más que echar un vistazo a sus obras, para darse cuenta de ello.

El caso es que el para mi, desconocido Fabien Vehlmann, no me había dicho nada, si no llega a ser por que el otro día, de caza en Madrid comics me dio por ojear una copia del 7 psicopatas. La portada, con una esvástica en medio, llama mucho la atención, ya de por si, no por su gran arte, si no, por su polémico simbolo, asique decidí echarle un vistazo.

A primer ojéo, el dibujo vi que era de Sean Phillips (Marvel Zombies, Hellblazer o Wildcats, entre sus obras) y no es que sea un dibujante que me apasione, pero siempre me pareció que tenía un estilo de dibujo muy 'Europeo' (de hecho, es británico) y que sabía secuenciar y dibujar de una manera bastante buena, llegando a mostrar lo que quiere mostrar sin tener un estílo de dibujo espectacular, pero si para ese publico más maduro que a lo mejor está harto de ver tanto esteroide y se le ha pasado el arroz en ese sentido.

Lo compré y me ha parecido un comic, cuanto menos original. No lo voy a tachar de obra maestra, porque no creo que lo sea, pero si que me ha parecido una lectura artística, tanto a nivel guion, como de dibujo. Los planos son buenos, la historia es en un principio más de lo mismo, pero con el paso de las páginas empieza a enganchar y con un desenlace de lo más inesperado. Es uno de esos comics en los que al final incluso llegas a pensar, vaya, ¿si hubiese sido verdad?

Muy recomendado.

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jueves, 10 de julio de 2008

MICHAEL TURNER


Es muy triste cuando alguien pasa a la otra vida, ya sea un familiar, un conocido, pero cuando es alguien que simplemente conocemos de el por diferentes medios, en este caso los comics, no deja de ser una noticia triste.



Michael Turner, creador de Fathom, dibujante de Tomb Rider y de Witchblade entre otros, pasó a mejor vida el día 27 de Junio, debido a una complicación de cancer de hueso, a una edad que apenas pasaba de los 35.  


Con el se va uno de los dibujantes muy muy buenos que hay en este mundo del tebeo, asique yo desde aqui, digo, descanse en paz, Michael Turner.

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Reinventando a los Dioses.


Tengo que reconocerlo, soy un enamorado de los comics de superhéroes, y aunque mi primera reacción es tirar piedras contra Marvel, acabo contando títulos que colecciono al mes y realmente es de quien más tengo. Quien sabe si lo que me gusta es el masoquismo o es que el espíritu de niño pequeño con gusto nulo para una historia o un personaje aflora en mi cada vez que veo la letra X o el nombre Vengadores.


El caso es que desde hace ya algunos años, en la casa de las ideas, han intentado reinventar el superheroe tal y como lo conocemos (realmente creo que es lo que llevan intentando hacer toda la vida). No utilizando esos toques

de oscuridad que a veces caracterizan a DC, si no, utilizando un determinado número de guionistas, que lejos de ser más comerciales o pudiendo alejar lo máximo de la “normalidad” del cómic de superhéroes ya que en Marvel con la dirección que tienen, es imposible no ser comercial, intentan hacer que renazca el personaje, con un punto de vista completamente diferente. El caso es que en esta pequeña reseña, hablo del Dios del trueno, Thor. Nunca fui un fan de Thor, ni tan siquiera, un seguidor, pero si que es un personaje que cuando lo he leído en otras series, como Vengadores, siempre tuvo mucho carisma para mi. Quizás porque estoy harto de ver tanta ponzoña superheroica y tener la figura de un Dios ayudando realmente a la humanidad, es algo que siempre me ha parecido, cuanto menos, interesante (ríanse de Jehová o de Buda ayudando al tendero de ultramarinos de la esquina, atracado por un Yonki con aires megalomaníacos) . El caso es que lo poco que he leído de Thor, me pareció un bucle, de algo que se repite, y se r

epite y así constantemente, como leer una y otra vez X-Men, y es algo de lo que uno se termina cansando. Lejos de tirar por tierra algo de lo que no tengo excesivos datos, me informé por gente y por la red sobre todo, y vi, que realmente la colección sufrió un gran estrago y una fuerte patada en los pendientes reales, cuando el Ragnarok (fin del mundo según la mitología nórdica) se repetía constantemente, hasta que todos los dioses nórdicos desaparecieron por fin. Estratégico movimiento de Marvel, para no hundir más aún a su personaje en restos fecales. Imaginaos, la situación, el fin del mundo se acerca, las trompetas suenan y las legiones de muertos se levantan. Corten!!! Es un simulacro. De nuevo, las trompetas suenan, las legiones, bla bla bla, y así varias veces. ¿Quién se cree que el fin se acerca?

Algo de este personaje me llamó la atención, y eso fue, cuando vi que Garth Ennis, guionizaba Vikingos. Decidí comprarlo (tampoco me hizo falta demasiada decisión) y al final lo leí. Creo que es una de las mejores

historias que he leído de este personaje, desde un enfoque, por supuesto, muchísimo más salvaje. Esto, unido a lo anterior que leí de la serie de los Dioses nórdicos, Loki, que me pareció bastante original, hizo que cuando escuché la noticia de que volvía otra vez la serie regular de Thor, se me erizasen los pelos del cogote, de miedo y de terror, pero por otra parte, desde que leí la noche de los demonios, tengo bastante respeto a Strazcinsky, pese que a la novela no era ninguna maravilla, y me enteré que era el ni más ni menos quien se iba a encargar de guionizar la serie. A esto le sumé que los extraordinarios dibujos de Oliver Copiel son una delicia visual y un auténtico orgasmo ocular artístico y dije, voy a darle una oportunidad.

Dicho y hecho. Me hice con el primer número y no me decepcionó en absoluto. Una historia bastante interesante, que me recuerda un poco al legado de Superman, en el que se transforma al héroe utilizando la formula mágica de dotar al personaje de unos sentimientos y comportamientos humanos, que ya hiciera Claremont en los años gloriosos de la patrulla X, mezclandolos con la situación mundial actual, lo que hace que el personaje sea más “humano” y pueda conectar en algo con el lector. Tras ver la salvajada de Civil War con un ojeroso Iron Man clonando al Dios del trueno, el regreso de Thor podía ser de lo más interesante. Y así ha sido. El guionista se ha centrado en un argumento a lo paco lobatón endiosado, en el que el hijo de Odín, tiene que encontrar su sitio en el mundo actual tras su desaparición y la de todos los dioses nórdicos, buscando en que humano pueden estar encarnados sus congéneres. En los cuatro primeros capítulos es lo que más ha llamado la atención y de hecho el arco de la historieta es esa búsqueda y se ha transformado en lo principal, con un asgard entronado en la tierra, pero totalmente vació y desértico, en el que Thor deambula cuestionando un montón de cosas, y buscando la manera de traer a todos sus antiguos habitantes.


Tras leerlo desde luego a mi se me ha quedado un muy buen regustillo en el paladar, y seguiré leyendolo mes a mes, esperando ver más frases como “los problemas de África debe resolverlos Africa. No se pueden solucionar desde fuera, y especialmente no por hombres blancos”.


Altamente recomendable..... Por el momento.


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